Sospechoso: ¿Qué pasó realmente con Romina Yan?

Publicado el: 6 julio, 2020

La muerte de Romina Yankelevich, más conocida como Romina Yan, sigue siento un tema que deja abierta mil puertas a la duda. Sin embargo, algunos datos empezarón a salir a luz con el paso del tiempo. Médicos y especialistas intentan investigar la inexplicable muerte de la actriz, alguien que se cuidaba y había tenido tres embarazos con controles cardíacos con resultados impecables.

Según pudo saber a través de un reconocido profesional que accedió a datos de la segunda parte de la autopsia de Romina Yan, su corazón no padecía ninguna patología. Así, todos los indicios apuntarían a que su muerte tuvo relación directa con la anorexia –que padecía con vaivenes desde hacía dos décadas–, más un ejercicio físico extenuante y, quizás, la ingestión de algún tipo de diurético, algo habitual en quienes sufren ese trastorno alimentario.

La primera parte de la autopsia oficial mencionó que el fallecimiento se había producido por un paro cardíaco no traumático (no provocado por golpes) y enseguida comenzó a hablarse de que su muerte había sido por una arritmia: una falla en los latidos del corazón, que se hacen irregulares y pueden llegar a detenerlo.

¿Qué pudo haber causado la arritmia súbita en una persona con buena atención de salud y tres partos que hubieran permitido detectar algún tipo de síndrome previo con un simple electrocardiograma? Todos los médicos consultados por PERFIL –que aceptaron hablar del caso en tanto hipótesis, dado que Yan no fue paciente de ellos– identificaron casi por unanimidad a la anorexia como posible causa del desenlace.

Biología

La anorexia era un problema que la misma Romina reconocía en las entrevistas (“Todavía, cuando tengo momentos de angustia, me doy un atracón de comida o me bajo dos tabletas de chocolate”, dijo dos años atrás a la revista Para ti). Uno de los rasgos típicos de ese trastorno alimentario es mantener una actividad física intensa. Precisamente, el día de su muerte, la actriz salía de una clase de gimnasia con su personal trainer.

Para el cardiólogo y jefe de contenidos de Intramed, Daniel Flichtentrei, “el ejercicio extenuante, que hace perder por sudoración agua, sodio y potasio, quita reservas. Si, por otro lado, se tomó diuréticos, es más grave la pérdida de potasio. Queda el corazón hiperexcitado y todo listo para que se descontrole”, explicó.

El potasio es indispensable para la actividad eléctrica del corazón y clave para que ocurra una arritmia tanto si sobra como si falta.

“El corazón es un músculo muy simple”, dijo la ex presidenta de la Fundación Cardiológica Argentina, Liliana Grinfeld. “Trabaja con electrolitos (potasio, calcio y sodio) y la combinación de actividad física con diuréticos, algo que hacen mucho las anoréxicas, lleva a un daño cardíaco que puede ser irreversible”, agregó. La falta de potasio fue confirmada a la revista Noticias por fuentes del Hospital Central de San Isidro, adonde llegó Yan.

Por su parte, Luis de la Fuente, jefe de Cardiología Intervencionista de la Clínica Suizo Argentina y del Instituto del Diagnóstico de Buenos Aires, agregó que “en los casos en los que la anorexia es extrema, el corazón puede entrar en fibrilación ventricular, un tipo de arritmia grave”. Gastón Albina, del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), añadió que “el trastorno de la alimentación altera el medio interno y puede dar arritmias por falta de sodio y potasio, aunque no todos los anoréxicos se mueren por esto; pero, sí, la anorexia puede ser un gatillo para la muerte súbita”, reconoció.

Finalmente, Mónica Katz, que lleva más de 25 años atendiendo a personas con trastornos alimentarios y dirige un posgrado en la Fundación Favaloro, expresó que ha visto muchos casos similares en pacientes anoréxicas.

Sólo se manifestó en disidencia Fernando Scasuzzo, también del ICBA: “Descarto completamente la anorexia como causa de su muerte; nadie con ese problema podría correr 6 kilómetros todos los días y después hacer 45 minutos de gimnasia”.

La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.

Normalmente comienza con la eliminación de los hidratos de carbono, ya que existe la falsa creencia de que engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los líquidos, llevando a casos de deshidratación extrema. A estas medidas drásticas se le pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos, laxantes, purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en los casos más críticos, de su peso corporal. Esta enfermedad suele asociarse con alteraciones psicológicas graves que provocan cambios de comportamiento, de la conducta emocional y una estigmatización del cuerpo.

Su causa es desconocida, pero los factores sociales parecen importantes. Aunque hay muchos factores socioculturales que pueden desencadenar la anorexia, es probable que una parte de la población tenga una mayor predisposición física a sufrir este trastorno, independientemente de la presión que pueda ejercer el entorno. Por ello existen de factores generales que se asocian a un factor desencadenante o cierta vulnerabilidad biológica, que es lo que precipita el desarrollo de la enfermedad.

Final

Por más shockeante que resulte toda muerte en menores de 40 años, no es algo inusual en una época que exhibe, como pocas otras, enfermedades mentales debidas a las presiones del entorno social. Flichtentrei concluyó: “Lo de Yan es dramático pero pasa todos los días; los cardiólogos lo vemos semana tras semana en gente joven. Se sienten sanos y usan combinaciones peligrosas para adelgazar, sobre todo si agregan preparados como anorexígenos (variante de las anfetaminas) y diuréticos. Eso más ejercicio es fatal en mucho casos”.

Es Katz quien pone el punto final: “Una forma de que tenga sentido una muerte así, tan terrible, es que se lleve el mensaje de lo que puede causar la anorexia o la obsesión por tener un cuerpo perfecto. La gente no sabe el alto costo que se paga por las dietas extremas”.

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