En enero de 2025, una familia de cuatro integrantes necesitó $1.033.716 para no ser considerada pobre y $453.384 para no ser indigente, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Estos valores corresponden a la Canasta Básica Total (CBT), que mide la pobreza, y a la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el umbral de indigencia.
Durante enero, la CBT y la CBA aumentaron un 0,9%, un incremento menor al 2,2% de inflación registrado en el mismo período. En comparación con enero del año pasado, la Canasta Básica Total subió un 73,2%, mientras que la Canasta Alimentaria creció un 58,8%, ambos valores por debajo del aumento general del costo de vida.
En diciembre de 2024, una familia necesitaba $1.024.435 para no ser pobre, y en noviembre el valor era de $1.001.466. En tanto, para no caer en la indigencia, en noviembre se requerían $434.620. Esto indica que el aumento mensual de la canasta total en diciembre había sido del 2,3%.
La Canasta Básica Total no solo incluye alimentos, sino también otros gastos esenciales como vestimenta, transporte, salud y educación. En cambio, la Canasta Alimentaria se basa únicamente en los alimentos básicos necesarios para una adecuada nutrición.
El informe también detalla los valores para hogares de distinto tamaño. Un adulto necesitó $334.536 para no ser pobre y $146.726 para no ser indigente. Para una familia de tres integrantes, la CBT fue de $822.958 y la CBA de $360.947. Mientras que un hogar de cinco miembros requirió $1.087.241 para no ser pobre y $476.860 para no caer en la indigencia.
El cálculo de la CBA se basa en los requerimientos nutricionales esenciales para un adulto varón de entre 30 y 60 años con actividad moderada, conocido como “adulto equivalente”. Para determinar la CBT, se amplía la CBA sumando los gastos no alimentarios, aplicando el coeficiente de Engel, que mide la relación entre los gastos en alimentos y el gasto total de la población de referencia.




