En marzo, una familia tipo en Argentina necesitó al menos $1.100.267 para no ser considerada pobre y $495.616 para no caer en la indigencia, según informó este viernes el Indec. El dato surge del aumento del 5,9% en la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y del 4% en la Canasta Básica Total (CBT), marcando los incrementos más altos en un año y desde septiembre, respectivamente.
Estos indicadores son clave para medir los niveles de pobreza e indigencia en el país. La CBA incluye los alimentos esenciales para cubrir las necesidades nutricionales básicas y define el umbral de indigencia. Por su parte, la CBT suma también otros gastos necesarios, como transporte, educación y vestimenta, y traza la línea de pobreza.
El fuerte aumento en ambas canastas está relacionado con la suba del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que en marzo fue del 3,7%, por encima del 2,4% de febrero. El principal factor que impulsó la inflación fue el rubro de alimentos y bebidas, con un alza del 5,9%, debido sobre todo a los aumentos en verduras y carnes. Esto explica por qué la canasta alimentaria subió más que la canasta total.
Además, también se registraron aumentos en educación, por el inicio del ciclo lectivo, y en indumentaria. En cambio, rubros como vivienda, salud y transporte tuvieron subas menores al promedio.
En lo que va de 2025, la inflación acumula un 8,6%, mientras que la CBA subió un 10,3% y la CBT, un 7,4%. Si se comparan los valores con marzo de 2024, la inflación fue del 55,9%, frente al 42,3% de la canasta total y el 38,4% de la alimentaria.
La CBA se calcula según los requerimientos calóricos y proteicos de un adulto varón con actividad moderada, y la CBT se obtiene ampliando ese valor con un coeficiente que refleja otros gastos de consumo, basados en datos de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares.




