Según un informe de la Fundación Libertad titulado “Radiografía de las universidades argentinas” (2024), la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) es la institución con el costo más alto por estudiante graduado entre las diez universidades más concurridas del país. Cada graduado le cuesta al Estado $63,36 millones, muy por encima de la Universidad Nacional de La Matanza, donde el costo es de $16,93 millones.
El estudio, realizado con datos del Ministerio de Economía y la Secretaría de Educación, detalla que la UNT se ubica en el noveno lugar en cantidad de graduados anuales, con 2.073, pero es la sexta en transferencias recibidas, con más de $131.282 millones en 2024. A nivel nacional, el gasto promedio por alumno en las universidades públicas fue de $1,5 millones, mientras que el costo por graduado alcanzó los $34,7 millones, lo que evidencia una eficiencia limitada entre los fondos invertidos y los egresos obtenidos.
El informe también advierte sobre la desigual distribución de los recursos. En 2024, las universidades nacionales recibieron en conjunto $2,94 billones, un 27% menos en términos reales que en 2023. Sin embargo, instituciones como la UBA, la UTN y la UNLP concentraron el 32% del total, lo que genera un fuerte contraste con otras casas de estudios. Además, más del 90% de los fondos se destinan a salarios, dejando poco margen para infraestructura o innovación académica.
El rendimiento académico es otro punto crítico. En Argentina, solo 20 de cada 100 ingresantes logra graduarse, una cifra muy baja frente a países vecinos: Brasil (27%), Colombia (35%) y Chile (82%). Además, el 55,2% de los estudiantes no aprueba más de una materia por año, y apenas el 13,2% cursa seis o más, el mínimo para mantener el ritmo teórico de la carrera.
En este contexto, la UNT refleja los problemas estructurales del sistema universitario: gran cantidad de recursos, pero baja tasa de graduación. Los investigadores advierten que la falta de incentivos para cumplir plazos y mejorar el rendimiento académico aumenta la deserción y eleva el costo por graduado.
Un dato llamativo es el crecimiento de estudiantes extranjeros en universidades argentinas: entre 2015 y 2023 se incrementó en 132%, alcanzando a 82.797 alumnos. La gratuidad y el bajo costo relativo frente a otros países de la región explican este fenómeno.
En resumen, el estudio plantea una pregunta clave: ¿cómo es posible que, con tanta inversión, universidades como la UNT tengan un costo tan alto por graduado y, al mismo tiempo, tan bajos niveles de eficiencia académica?
