Con el aumento de las temperaturas, en Tucumán crece la preocupación por la aparición de alacranes en los hogares. Según explicó la bióloga Evelyn Cortez, referente del Programa de Animales Ponzoñosos de la provincia, conviven dos especies de riesgo: el Tityus carrilloi y el Tityus confluens, ambos adaptados a los ambientes urbanos y capaces de esconderse en lugares oscuros, secos y protegidos.

Los especialistas advierten que estos arácnidos pueden ingresar a las casas a través de cañerías, cloacas, objetos transportados o materiales de construcción y que tienen la capacidad de sobrevivir hasta ocho meses sin alimentarse. A nivel nacional, entre 2020 y 2024 se registraron 32.681 casos de picaduras, con mayor concentración en el NOA y la región Centro, y la mayoría de las víctimas graves fueron niños.
Para prevenir picaduras, Cortez recomendó sacudir ropa y calzado antes de usarlos, evitar caminar descalzo, mantener las camas levantadas del piso, usar guantes al manipular objetos acumulados, eliminar escombros y desmalezar patios. También aconsejó colocar tapones de goma en desagües y rejillas de trama fina en piletas o patios, además de fumigar con piretroides de dos a tres veces al año.
En caso de picadura, la indicación es lavar la herida con agua y jabón, aplicar frío local y acudir de inmediato a un hospital. Los centros de referencia en Tucumán son el Hospital del Niño Jesús y el Nicolás Avellaneda para menores, y el Hospital Padilla para adultos. En el sur, el Hospital de Concepción atiende a ambas poblaciones.
La especialista recordó que no deben aplicarse remedios caseros ni demorar la consulta médica, ya que en casos graves puede ser necesario el suero antiveneno. “Estar informados y actuar rápido puede hacer la diferencia entre un cuadro leve y uno grave”, subrayó.




