Durante agosto de 2025, las ventas en supermercados cayeron 0,23% respecto de julio y mostraron un aumento interanual de apenas 0,34%, según un informe del Centro RA. En tanto, los autoservicios mayoristas registraron un leve incremento mensual de casi 1%, aunque una baja de 8,4% en comparación con el mismo mes de 2024. El estudio advierte que las familias argentinas usan cada vez más crédito para financiar consumos básicos, mientras la morosidad crece y el mercado interno se debilita.
Desde que asumió el presidente Javier Milei, las ventas mayoristas acumulan una caída del 35% en pesos y del 21% en volumen, mientras que en supermercados las retracciones fueron del 27% y 9%, respectivamente. El uso del crédito en supermercados pasó del 39% al 45% del total de las compras entre diciembre de 2023 y mayo de 2025, aunque entre mayo y agosto retrocedió casi 1%.
En paralelo, otros medios de pago perdieron participación: las tarjetas de débito bajaron del 34% al 26%, y el efectivo del 20% al 16%, mientras que las billeteras virtuales aumentaron su uso del 7% al 13%.
El informe señala que “una proporción creciente de los hogares recurre al endeudamiento para afrontar consumos básicos mensuales, como alimentos, productos de higiene y artículos de primera necesidad”. Además, remarca que los salarios apenas superan la inflación, lo que obliga a muchas familias a usar crédito incluso para sus compras diarias.
Otro dato preocupante es el aumento de la morosidad, que creció 147% durante la gestión Milei, al pasar del 2,5% al 6,2% del total del crédito al consumo en julio de 2025. “No solo crece el uso del crédito para financiar el consumo, sino también las dificultades de las familias para afrontar los pagos correspondientes”, señala el informe.
El estudio concluye que la caída en las ventas, junto con el endeudamiento creciente y la suba de la morosidad, reflejan “el agotamiento de la capacidad de compra de las familias y la debilidad del mercado interno”. Además, advierte que, pese a cierta estabilidad en algunos indicadores, la pérdida del poder adquisitivo y la falta de reactivación del consumo hacen prever que la situación seguirá siendo crítica en los próximos meses.




