Dos hermanos se entregaron este martes en la comisaría de Concepción y quedaron detenidos por el crimen del contador José Antonio Romano, de 52 años, quien fue encontrado sin vida dentro de un freezer en su casa el pasado domingo, en el sur de Tucumán. Según fuentes judiciales, los jóvenes habrían confesado su participación en el hecho ante las autoridades.
El caso es investigado por el fiscal Miguel Varela, quien reconstruyó el crimen a partir de cámaras de seguridad y testimonios. Romano había salido de su casa el sábado por la noche en su camioneta VW Amarok blanca y, horas después, regresó acompañado por un joven. Las grabaciones muestran que esa persona volvió a salir en el vehículo junto a otro individuo y que ambos se marcharon luego con la camioneta, que fue abandonada cerca de una cancha del barrio Villanueva.
Las pericias preliminares determinaron que el contador fue asesinado en una habitación de la planta alta y que, posteriormente, su cuerpo fue ocultado dentro del freezer, con ayuda de un segundo sospechoso. Tras una intensa búsqueda, los investigadores identificaron a los hermanos Marcos Antonio Videz (24) y Héctor Videz (28) como los presuntos autores.
Antes de que se concretaran los allanamientos ordenados por la Justicia, el padre de los acusados los llevó personalmente a la comisaría y los puso a disposición de las autoridades, admitiendo que sus hijos habían participado del hecho. Aunque esa declaración no tiene validez judicial, sirvió para reforzar la hipótesis del fiscal, que apunta a que Marcos Videz habría sido el autor material del crimen y su hermano lo ayudó a ocultar el cuerpo.
El fiscal Varela tiene 48 horas para presentar la acusación formal ante la Justicia y solicitar las medidas correspondientes. El caso de Romano, considerado uno de los crímenes más impactantes de los últimos años en Tucumán, continúa bajo investigación para determinar los motivos y el grado de participación de cada detenido.




