El ex gobernador tucumano José Alperovich y la ex ganadora de Gran Hermano 2007, Marianela Mirra, se casarán este jueves en una ceremonia muy íntima en el departamento de Puerto Madero donde él cumple prisión domiciliaria por una condena de 16 años por abuso sexual. Según informaron, la boda será reducida porque solo habrá testigos y un pequeño grupo de familiares y amigos, y porque buscan evitar complicaciones legales relacionadas con las restricciones de visitas.
De acuerdo con TN, la periodista Laura Ubfal comentó que Mirra confirmó que el casamiento será sencillo: “Nos casamos por amor, no habrá fiesta ni nada grande; apenas pediremos un delivery”. También negó los rumores sobre un posible embarazo o un tratamiento de inseminación. “No estoy embarazada, nunca existió tal cosa”, dijo, y señaló que espera “tiempos mejores” tras lo que considera una “denuncia falsa” contra Alperovich.
La ceremonia se realizará en Zen City, un complejo habitacional de Puerto Madero. Allí Alperovich cumple prisión domiciliaria desde abril de este año, cuando el juez Juan Ramos Padilla se la concedió luego de que cumpliera 70 años y alegara problemas de salud. El ex mandatario fue condenado en 2023 por abuso sexual contra una de sus colaboradoras, tras un juicio en el que recibió una pena de 16 años.
La lista de invitados generó sorpresa entre varios allegados. Muchos habían comprado pasajes y hasta trajes para asistir, pero recibieron por WhatsApp las disculpas del ex gobernador, junto con la tarjeta digital que confirmaba que no serían parte del evento. Solo dos testigos lo acompañarán en la boda, que será su segundo casamiento luego de su matrimonio con Beatriz Rojkés, con quien tuvo cuatro hijos.
Según trascendidos, uno de los motivos para reducir al mínimo la cantidad de invitados está relacionado con el reciente episodio judicial que involucró a Cristina Fernández de Kirchner. Tras recibir en su domicilio a nueve economistas, el juez Jorge Gorini le impuso fuertes límites a sus visitas mientras cumple prisión domiciliaria por la causa Vialidad. Para evitar una situación similar, el entorno de Alperovich prefirió una ceremonia sin público y sin movimientos que llamen la atención.
