El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y cuatro funcionarios judiciales recibieron amenazas de muerte a través de un audio de WhatsApp enviado por un delincuente condenado a prisión perpetua. El acusado es Miguel Eduardo “Miguelón” Figueroa, quien ya tenía antecedentes por delitos graves. La Justicia ordenó allanamientos y operativos en la zona de Villa 9 de Julio, donde se detuvo a 97 personas. Jaldo afirmó que no se dejará amedrentar y que seguirá trabajando por la seguridad en la provincia.
Según el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, el mensaje amenazante fue enviado a una periodista, quien lo entregó a la fiscalía. Luego, la advertencia llegó al juez y al presidente de la Corte Suprema de Tucumán, quien informó a las autoridades. Las amenazas mencionaban a los hijos del gobernador, así como al juez Gonzalo Ortega y a los fiscales Pedro Gallo, Carlos Sale e Ignacio López Bustos.
Tras conocer la situación, el Gobierno activó los protocolos de seguridad. La Policía, liderada por el jefe Joaquín Girvau, realizó operativos en busca de personas vinculadas a Figueroa. Durante los procedimientos, se secuestraron vehículos y se detuvo a más de 40 sospechosos por orden judicial y a otras 57 por contravenciones.
Figueroa, quien cumple condena por homicidios y narcotráfico, ya había amenazado a los fiscales Sale y López Bustos en enero de 2024, antes de enfrentar otro juicio por asesinato. Actualmente, se encuentra en una cárcel federal en Buenos Aires.
El gobernador Jaldo aseguró que la lucha contra el crimen organizado seguirá firme y que no permitirá que delincuentes intimiden a las autoridades. “Tucumán no es Rosario, las amenazas vienen desde la cárcel porque estos delincuentes fueron encarcelados. No les tengo miedo”, afirmó. Además, destacó que su agenda de trabajo sigue sin interrupciones y que el Gobierno reforzará los operativos de seguridad en la provincia.




