Carlos Albaca, exfiscal condenado en 2021 a seis años de prisión por encubrir el femicidio de Paulina Lebbos, cumple su condena desde noviembre de 2024 en su casa de San Miguel de Tucumán, a pesar de que debía estar en la cárcel de Villa Urquiza. La Justicia le otorgó un arresto domiciliario por 30 días por un supuesto problema de salud, pero ese beneficio nunca fue revisado ni prorrogado, y hasta hoy no hay fecha para que regrese al penal.
Albaca, de 73 años, fue el único funcionario implicado en el caso que llegó a estar preso tras quedar firme su condena en 2023. Sin embargo, el 1° de noviembre del año pasado la jueza Ana María Iácono le permitió cumplir prisión domiciliaria por una afección ocular que requería cirugía. Aunque se trataba de un permiso temporario, pasaron más de seis meses sin ninguna audiencia de control ni revisión judicial.
Un equipo periodístico registró imágenes del exfiscal en su balcón, tomando café, conversando con vecinos y filmando procesiones, sin mostrar dificultades visuales ni la presencia de custodios. Tampoco se observa el uso de una tobillera electrónica, a pesar de que la resolución judicial exigía ese control.
Esta situación generó indignación en los familiares de Paulina. Su padre, Alberto Lebbos, denunció que nunca fue notificado de la audiencia en la que se otorgó el beneficio ni de ninguna revisión posterior. “Es un desastre. Todas las causas están paralizadas”, dijo, y afirmó que hay un entramado de influencias que impide que Albaca vuelva a prisión.
La abogada Soledad Deza, que representa a la hija de Paulina, Letizia Nieva, también declaró que solo participó en una audiencia previa donde aceptaron el beneficio como medida excepcional por razones humanitarias, pero nunca fueron informados de nada más.
Además de Albaca, otros exfuncionarios condenados en este caso tampoco fueron enviados a prisión, como el exjefe de Policía Hugo Sánchez, el exsecretario de Seguridad Eduardo Di Lella, el exsubjefe Nicolás Barrera y el exjefe de la Regional Norte Rubén Brito. Esta situación refuerza la pregunta ¿En Tucumán la cárcel es solo una amenaza que rara vez se cumple para los poderosos?
Fuente: José Romero Silva para Tendencias en Noticias




