En las últimas semanas, los vendedores del Mercofrut, el principal mercado de frutas y verduras del noroeste argentino ubicado en Tucumán, enfrentan una fuerte caída en las ventas y una baja de precios debido a la disminución del consumo. La situación preocupa a los comerciantes, que venden menos y a menor precio para no perder su mercadería.
Lo que antes era un lugar lleno de movimiento, con changarines, camiones y compradores, ahora se siente más vacío y con un ritmo más lento. Los vendedores aseguran que ya no se puede mantener el negocio vendiendo tan barato. Algunos productos, como los zapallitos, deben salir en el día porque al día siguiente pierden valor.
Los precios bajan no por una estrategia comercial, sino por la necesidad urgente de evitar pérdidas. Aunque esto puede beneficiar a los consumidores, es una pérdida para los productores y puesteros, que además deben enfrentar costos cada vez más altos en transporte, energía y mantenimiento.
Desde el mercado, muchos relacionan esta situación con la crisis económica actual, ya que la gente ajusta sus gastos pese a que la inflación oficial muestra una desaceleración. Aun con frutas y verduras más baratas, las ventas no mejoran, lo que demuestra que el problema está en el bajo poder de compra de la población.
Por ahora, los comerciantes solo esperan vender lo justo para no tener que tirar la mercadería, y rezan para que el frío no llegue antes que los clientes. En Mercofrut, el verdadero termómetro no es el clima, sino la escasez de billetes que circulan.




