Manuel Alberto Zárate, conocido como “Chuky”, desapareció el 22 de febrero en Aguilares y, a tres semanas de su última aparición, la Policía y el Ministerio Público siguen su búsqueda. Las principales hipótesis son que podría estar escondido por miedo a ser asesinado por un grupo narco o que ya habría sido ejecutado en un ajuste de cuentas.
Zárate, de 24 años, fue visto por última vez cuando cámaras de seguridad lo registraron robando en una vivienda. Desde entonces, no hubo más rastros de él. Su madre, Neli Zárate, denunció su desaparición días después en la comisaría local y contó que su hijo vivía en situación de calle debido a su adicción a las drogas. Según explicó, apenas mantenía contacto con él porque cada vez que aparecía era para pedir dinero con el fin de comprar estupefacientes.
El caso generó preocupación en la comunidad y dejó en evidencia el problema del consumo de drogas en la zona. “Cada vez hay más jóvenes atrapados en las adicciones y la droga circula sin control”, comentó Juana Heredia, vecina del barrio. La madre de Zárate detalló que su hijo consumía marihuana, cocaína, pastillas y paco, lo que lo llevaba a cometer delitos para sostener su dependencia.
Desde la denuncia, la Policía realizó rastrillajes con bomberos, perros rastreadores, Defensa Civil y familiares, pero sin éxito. El jefe de la Unidad Regional Sur, Marcos Barros, confirmó que “Chuky” tenía numerosos antecedentes y que, antes de desaparecer, habría cometido varios hurtos. Un vecino declaró que lo encontró tirado en la vereda y pensó que estaba muerto, pero al tirarle agua, Zárate salió corriendo.
La lentitud en la investigación genera malestar en la familia. “¿Por qué si es un adicto con antecedentes no lo buscan con la misma intensidad? ¿Su vida no vale nada?”, cuestionó Juana García, allegada a la familia. Vecinos advirtieron que, si no hay respuestas, podrían movilizarse para exigir mayor compromiso de las autoridades.
Entre las versiones que circulan, una de las más inquietantes es que Zárate habría asaltado y golpeado a una joven días antes de su desaparición. La víctima sería hija de un narcotraficante preso, quien, al enterarse del hecho, habría ordenado su ejecución como represalia y para enviar un mensaje de autoridad. Aunque la identidad del supuesto líder criminal se mantiene en reserva, los investigadores consideran esta hipótesis como una de las más fuertes.
Otra posibilidad es que Zárate se haya ocultado al enterarse de la amenaza contra su vida. Por este motivo, la fiscal Mónica García ordenó un allanamiento en una vivienda de Yánima, donde reside la pareja del desaparecido. En el lugar encontraron prendas de Zárate, pero ninguna pista sobre su paradero.
Con el paso de los días, la desesperanza crece en Aguilares. “Por el tiempo que pasó, muchos creen que ‘Chuky’ fue asesinado. Se tiene que saber la verdad, sin importar cómo era él”, dijo Luisa Pedrotti, otra vecina preocupada por la situación.
Mientras la búsqueda continúa, el caso refleja la violencia y la marginalidad que enfrentan muchos jóvenes en Tucumán, atrapados entre la droga y el delito.




