Gabriel Sebastián Palavecino, de 32 años, murió ahogado en una pileta del Instituto Nacional de Deportes (IND), ubicado en calle Congreso 669, en Barrio Sur de San Miguel de Tucumán, tras permanecer cerca de cinco minutos bajo el agua sin recibir asistencia. El hecho ocurrió a mediados de noviembre y la autopsia confirmó asfixia por inmersión, mientras la Justicia investiga posibles responsabilidades.
Según la investigación de la Fiscalía de Homicidios I, se analizaron peritajes y registros de más de 30 cámaras de seguridad del predio. De acuerdo con lo expuesto por el abogado de la familia, Marco Rossi, las imágenes muestran que Palavecino ingresó a la pileta y se hundió casi de inmediato, permaneciendo sumergido durante varios minutos sin que interviniera un salvavidas ni el profesor a cargo, pese a que otras personas circulaban por la zona.
Gabriel tenía retraso madurativo y antecedentes de tratamientos médicos y psiquiátricos. Por recomendación profesional, había comenzado natación como parte de su rehabilitación y asistía al natatorio desde hacía apenas una semana, acompañado por un profesional de rehabilitación acuática contratado por su familia. El día del hecho, fue llevado por su hermana. No se le habrían solicitado estudios médicos ni evaluado su capacidad para nadar, aun cuando el sector donde ocurrió la tragedia era uno de los más profundos.
El informe forense indicó daño severo en los pulmones compatible con asfixia por inmersión. Hasta el momento no hay personas imputadas y el natatorio continúa funcionando con normalidad, señalaron los familiares, quienes afirman no haber recibido explicaciones de las autoridades del lugar.
La causa comenzó caratulada como muerte dudosa y la familia avanza con acciones civiles por daños y perjuicios. “No fue inevitable; pudo y debió evitarse”, sostienen, al remarcar que las cámaras registraron cinco minutos sin auxilio.
