El Banco Central de la República Argentina (BCRA), encabezado por Santiago Bausili, publicó este viernes la Comunicación A 8311 que fija nuevas reglas sobre la Posición Global Neta de Moneda Extranjera. La medida afecta de inmediato a los bancos: desde este 29 de agosto, no podrán aumentar la cantidad de dólares que compren en el mercado respecto a lo que tenían el día anterior. El objetivo es reducir la presión sobre el tipo de cambio en el último día hábil del mes, cuando se fijan los valores de los contratos de dólar futuro.
Con esta disposición, los bancos solo podrán mantener o disminuir su posición en dólares, pero no incrementarla. Analistas señalan que esto busca evitar que el precio del dólar spot —el que se negocia en el mercado inmediato— suba en la jornada clave que define las ganancias o pérdidas de los contratos a futuro, un mercado donde el BCRA viene interviniendo fuertemente.
Los especialistas destacan que el último día del mes suele registrarse una presión extra sobre el dólar, ya que las entidades financieras aprovechan para cubrir posiciones. Por ejemplo, el 31 de julio la cotización cerró en $1.374, mientras que el día anterior había sido de $1.315. Según operadores, al limitar la operatoria este viernes, el Banco Central intenta jugar a favor de su propia estrategia en el mercado de futuros y evitar una nueva escalada.
Además de esta medida inmediata, la norma establece que desde el 1 de diciembre los bancos deberán cumplir diariamente —y no solo de forma mensual como hasta ahora— con la Posición Global Neta de Moneda Extranjera. También fija que la posición negativa no podrá superar el 30% de la Responsabilidad Patrimonial Computable de cada entidad. Estas restricciones reducen el margen de maniobra de los bancos y buscan frenar el traspaso de operaciones desde futuros al mercado spot.
El economista Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier, advirtió que estas medidas limitan la estrategia de los bancos y se enmarcan en los intentos del Ministerio de Economía de controlar el mercado cambiario. Otros analistas interpretan que el regulador “cambia las reglas de juego a su favor”, lo que consideran una señal de debilidad y de incertidumbre para el sistema financiero.
