El consumo masivo volvió a mostrar debilidad en agosto, según datos publicados por el INDEC, que revelan una caída del 0,2% en las ventas de supermercados respecto de julio, marcando así cinco meses consecutivos de retroceso y el nivel más bajo desde diciembre del año pasado.
En la comparación interanual, las ventas crecieron apenas 0,3%, la menor variación positiva de 2025. Los rubros con mejor desempeño fueron indumentaria, carnes y panadería, mientras que las mayores caídas se registraron en electrónicos, frutas, verduras y artículos de limpieza.
El informe confirma que, aunque la inflación continúa desacelerándose, el consumo no logra recuperarse, ya que las familias priorizan productos esenciales y mantienen cautela en sus gastos.
El estudio también muestra cambios en los medios de pago: las transferencias y los pagos con QR crecieron hasta representar el 13,3% del total, casi igualando al uso del efectivo, que fue el medio con mayor caída. En tanto, las compras con tarjetas de crédito y débito también se ubicaron por debajo de los niveles del año pasado.
En los autoservicios mayoristas, las ventas subieron 1% mensual, cortando una racha de cuatro bajas seguidas, aunque la actividad sigue cerca de sus mínimos históricos. En términos interanuales, el sector se desplomó 8,4%, con fuertes retrocesos en electrónicos, frutas, verduras y lácteos.
El panorama tampoco mejora en los shoppings, donde el consumo cayó 1,9% interanual en agosto, con una fuerte baja en electrónicos e indumentaria, lo que confirma que la recuperación del gasto discrecional sigue siendo limitada.
Pese a una leve mejora en la confianza del consumidor, que subió 6,3% en octubre, el consumo se mantiene sin señales claras de recuperación. La pérdida del poder adquisitivo, los salarios rezagados y la incertidumbre electoral continúan afectando el gasto de los hogares argentinos.




