En la segunda rueda hábil de la semana, el dólar “blue” cerró sin cambios este martes y se mantuvo como el tipo de cambio más alto del mercado: terminó a $1.320 para la compra y $1.340 para la venta. En paralelo, el dólar oficial volvió a bajar y acumuló 13 jornadas consecutivas en retroceso, presionado por la estrategia económica del Gobierno para evitar una suba brusca.
En el Banco Nación, la divisa cerró en $1.310 para la venta, lo que representa una caída de $70 en lo que va de agosto. En tanto, el promedio en bancos fue de $1.312,80 para la venta y $1.271,81 para la compra, según datos del Banco Central. Por su parte, el dólar mayorista retrocedió 50 centavos y quedó en $1.292,50, su valor más bajo desde el 29 de julio.
El plan económico que conduce el ministro Luis Caputo se apoya en dos frentes. Por un lado, el ajuste automático del mercado: a medida que la cotización se acerca a su techo, aparecen más ofertas de divisas y baja la demanda. Por otro, la intervención del Gobierno a través de operaciones en futuros y en pesos, que refuerza la idea de que no dejará “escapar” al dólar.
A esto se suma la política monetaria, con mayores exigencias de encajes bancarios (el porcentaje de depósitos que los bancos deben inmovilizar en el Banco Central), que alcanzan niveles no vistos desde 1993. Estos cambios reducen la liquidez y buscan contener la inflación, aunque ya comienzan a mostrar un freno en la actividad económica, con menor crédito disponible para empresas.
Según la consultora Ecolatina, la consigna del equipo económico es clara: “desinflar, aunque duela”. De cara a las elecciones de octubre, el Gobierno apuesta a mantener controlada la inflación y evitar saltos en el tipo de cambio, aun cuando las medidas de ajuste generen tensiones en la economía real.
