Una perito de Gendarmería Nacional descubrió este martes, en el predio de Altos Hornos Zapla, en Salta, que parte de la cocaína que debía ser destruida había sido reemplazada por plastilina. El hallazgo ocurrió durante una operación de quema de drogas incautadas, y desató una investigación judicial por presunto desvío de estupefacientes y posibles actos de corrupción.
El descubrimiento se produjo mientras se llevaban a cabo tareas técnicas para destruir cerca de dos toneladas de marihuana y cocaína. Uno de los ladrillos que supuestamente contenía cocaína resultó tener en su interior una masa gomosa sin rastros de droga real. Ese paquete había sido incautado meses atrás en Orán, tras la denuncia de una mujer que encontró los paquetes en un auto.
El caso encendió las alarmas sobre fallas en la cadena de custodia y abrió una investigación para determinar cómo, cuándo y quién reemplazó la droga. El fiscal ordenó peritajes químicos y pidió revisar todo el trayecto que siguió el cargamento, desde su depósito hasta su llegada al acto de destrucción.
Las autoridades analizan si se trata de un hecho aislado o si hay más casos similares. Además, se evalúan medidas como auditorías internas, controles más estrictos y el uso de tecnologías antifraude para evitar nuevos desvíos.
En una provincia clave como Salta, puerta de entrada del narcotráfico desde Bolivia, el caso puso en duda la transparencia del sistema y dejó al descubierto graves vulnerabilidades en el manejo de pruebas judiciales. La Justicia busca ahora responsables concretos y soluciones urgentes para evitar que la droga incautada vuelva a circular en el mercado ilegal.
