El Gobierno nacional anunció que, a partir del 1 de junio, entrarán en vigencia nuevas medidas para facilitar el uso de dólares no declarados, con el objetivo de incorporar a la economía formal los más de 200.000 millones de dólares que se calcula están fuera del sistema financiero. Según las autoridades, no se trata de un blanqueo tradicional, sino de una flexibilización de los controles para permitir que las personas usen sus ahorros sin temor a sanciones.
Este plan forma parte del llamado “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los argentinos” y busca “remonetizar” la economía, es decir, permitir una mayor circulación del dinero, especialmente de dólares comprados en el mercado informal. La iniciativa se enmarca en la estrategia del presidente Javier Milei de avanzar hacia una “dolarización endógena”, que significa impulsar el uso del dólar en el día a día de los argentinos.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que el Estado no perseguirá a quienes compraron dólares en el pasado y que ahora podrán usarlos libremente. “Tus dólares, tu decisión”, expresó. Además, criticó el control excesivo del Estado anterior, comparándolo con un “Gran Hermano” que vigilaba todas las transacciones, lo que, según él, llevó a que la mitad de la economía se volviera informal.
Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo que los argentinos no son delincuentes, sino personas que sufrieron por los altos impuestos y las trabas del sistema. Afirmó que el Gobierno no planea devaluar y que su prioridad es reducir impuestos, eliminar regulaciones y atraer inversiones.
Entre las medidas anunciadas se encuentran la eliminación de varios regímenes informativos que obligaban a comercios, inmobiliarias y profesionales a informar operaciones a ARCA. También se elevaron los montos a partir de los cuales los bancos deben reportar transferencias, retiros y saldos bancarios, pasando a $50 millones para personas físicas y $30 millones para jurídicas. Además, los bancos ya no podrán exigir declaraciones juradas a sus clientes.
Las billeteras virtuales también verán cambios: solo deberán informar transferencias y acreditaciones si superan los mismos montos establecidos para los bancos. Estas decisiones buscan reducir la vigilancia financiera y dar mayor libertad a los ciudadanos para operar con sus ahorros.




