La Municipalidad de San Miguel de Tucumán, a través de la Secretaría de Movilidad Urbana, anunció que desde ahora los choferes de colectivos tienen prohibido reproducir música mientras trabajan. La medida, que rige en toda la ciudad y ya está en vigencia, busca garantizar la seguridad vial, evitar distracciones al volante y ofrecer un viaje más cómodo a los pasajeros que usan el transporte público cada día.
La disposición se basa en la ordenanza municipal vigente que regula el servicio de colectivos y establece sanciones económicas para las empresas en caso de incumplimiento. Según lo dispuesto en los artículos 46 y 51 de la ordenanza 400, las multas pueden ir desde el valor de 2.000 hasta 100.000 boletos, dependiendo de la gravedad de la falta. Estas penalidades recaen sobre la prestataria del servicio y, en consecuencia, sobre el titular de la licencia o el responsable legal de la unidad.
La decisión generó opiniones divididas. Mientras empresarios y algunos choferes sostienen que escuchar música ayuda a reducir el estrés y mejorar el ambiente laboral en recorridos largos, autoridades y usuarios remarcan que lo importante es que los conductores estén atentos al tránsito y que el viaje sea tranquilo para todos.
La norma se enmarca en políticas aplicadas también en otras ciudades, donde se busca reducir las distracciones al volante, unificar la experiencia de los pasajeros y preservar el orden en el transporte colectivo.




