El festejo por el Día del Niño, realizado ayer en el parque 9 de Julio de San Miguel de Tucumán, se desarrolló con alegría y también con más conciencia ambiental. A diferencia de lo ocurrido semanas atrás en el Día del Amigo, cuando toneladas de residuos convirtieron el principal pulmón verde de la capital en un basural, esta vez las familias recogieron gran parte de sus desechos y colaboraron con la limpieza del lugar.
“Fue positivo el resultado de todas las acciones que propusimos”, destacó Luciano Chincarini, secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad. Por su parte, Julieta Migliavacca, secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, subrayó las buenas prácticas de los vecinos: “Hemos llenado tres contenedores de residuos reciclables. De forma permanente se recordaba a la gente el tema de la limpieza y los promotores ambientales entregaban bolsas. La zona del palacio de los deportes, donde hicimos el encuentro institucional, quedó totalmente limpia”, señaló.
El contraste con la celebración del Día del Amigo fue evidente: no hubo aceite de frituras en el lago ni montañas de basura acumuladas. Si bien no se logró una limpieza perfecta, la diferencia fue notoria y mostró un avance en el cuidado del ambiente.
El festejo estuvo lleno de color y entretenimiento. Barriletes, risas y personajes de peluche como Messi y Spiderman animaron a los más pequeños, que también participaron en actividades artísticas organizadas por voluntarios. Además, distintas áreas de la Municipalidad trabajaron en dispositivos de concientización para que el encuentro se desarrollara sin dañar el entorno.
“Hemos visto a familias con sus bolsas, que llenaron con residuos y llevaron a los contenedores que habíamos dispuesto en diferentes lugares del parque”, remarcó Migliavacca, quien valoró el compromiso de los vecinos en un Día del Niño que buscó dejar huellas de alegría, pero no de basura.




