Un nuevo informe ambiental presentado el martes pasado por el Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) ante el Consejo Superior advierte que el viejo proyecto de construir una ciudad universitaria en la Sierra de San Javier es prácticamente inviable. El estudio señala que, por razones ambientales, estructurales y legales, ya no se puede avanzar con la idea original, que preveía viviendas y servicios para 30.000 personas.
El informe se titula Condiciones Ambientales e Institucionales de la Idea Proyecto Ciudad Universitaria (IPCU) y el Parque Sierra de San Javier (PSSJ) y fue elaborado por un equipo interdisciplinario dirigido por el ingeniero Álvaro Bravo. En el documento se explica que el área donde se pensaba construir la ciudad universitaria tiene suelos frágiles, fallas sísmicas, riesgo de aluviones y una infraestructura muy limitada. Además, las leyes actuales prohíben cambios de uso del suelo, ya que la zona fue declarada de alto valor de conservación ambiental.
El proyecto original fue pensado en 1946, durante el rectorado de Horacio Descole, como parte del Primer Plan Quinquenal del peronismo. Aunque la UNT expropió 14.000 hectáreas y comenzó algunas obras, el golpe de Estado de 1955 frenó todo. Décadas más tarde, en los años 60, la universidad cambió su enfoque y comenzó a conservar la zona, creando reservas naturales y espacios de protección ambiental.
Entre otros problemas, el informe también menciona que la única vía de acceso actual, la ruta 338, es inestable y que la alternativa por Horco Molle requeriría una inversión millonaria y causaría daño ambiental. Además, no hay un sistema adecuado de agua ni de tratamiento de residuos.
Durante la presentación, Bravo explicó que en el pasado no se conocía la fragilidad del terreno ni había una conciencia ambiental como la actual. Hoy se entiende que la Sierra de San Javier cumple un rol clave como pulmón verde y protector de la biodiversidad.
A pesar de todo, se plantea la posibilidad de reutilizar algunas estructuras ya existentes, como el “block” de hormigón, siempre que se hagan estudios rigurosos. Podrían convertirse en espacios como hoteles o centros de convenciones, sin afectar el entorno natural.
La sesión fue presidida por el rector Sergio Pagani y la vicerrectora Mercedes Leal. El debate dejó en claro que la UNT atraviesa un momento de redefinición. La ciudad universitaria soñada hace casi 80 años ya no es posible como se pensó originalmente, pero puede transformarse en un modelo universitario más respetuoso del medio ambiente.
