Este lunes 21 de abril de 2025, el mundo despertó con la triste noticia de la muerte del Papa Francisco, quien falleció a las 7:35 de la mañana en su residencia en la Casa Santa Marta, en el Vaticano. El pontífice argentino, de 88 años, murió tras un deterioro progresivo de su salud, causado por problemas respiratorios, neumonía y otras complicaciones. El anuncio lo hizo el cardenal estadounidense Kevin Farrell, quien expresó el profundo dolor de la Iglesia y destacó la vida dedicada de Francisco al servicio de Dios y los más necesitados.
Francisco, el primer papa latinoamericano, lideró la Iglesia Católica desde marzo de 2013 con un mensaje de amor, paz e inclusión. Su pontificado se destacó por promover el diálogo entre religiones, la lucha contra la crisis ambiental y el apoyo a los más pobres. En sus últimos días, incluso con su salud frágil, pidió por la paz en el mundo, recordando a países en guerra como Ucrania y Gaza. “La guerra es siempre una derrota”, dijo en una de sus últimas apariciones públicas.
El domingo de Pascua, Francisco hizo su última aparición en la Basílica de San Pedro, donde impartió la bendición “urbi et orbi” ante 35.000 personas. Aunque estaba débil y en silla de ruedas, su presencia emocionó a los fieles. Luego, recorrió la Plaza de San Pedro en el papamóvil, saludando con dificultad pero con una sonrisa. Quienes lo vieron notaron que parecía estar en “otra dimensión”, afectado por la neumonía que lo tuvo internado 38 días en el hospital Gemelli.
El Vaticano informó que Francisco sufrió dos episodios graves de insuficiencia respiratoria en sus últimas horas, causados por una acumulación de mucosidad en los pulmones. Desde su internación en febrero, su estado se complicó con neumonía, insuficiencia renal y una infección. A pesar de recibir transfusiones de sangre y oxígeno, su cuerpo no resistió.
Con su muerte, comienza el período de Sede Vacante, en el que el cardenal Farrell administrará la Santa Sede hasta que se elija un nuevo papa en un cónclave. Entre los rituales, se destruirá el Anillo del Pescador, el sello oficial del Papa, y se organizará el velorio en la Basílica de San Pedro, donde se espera la llegada de fieles y líderes mundiales. Aún no se sabe dónde será sepultado Francisco, pero se conocerá pronto con la lectura de su testamento.
La muerte de Francisco deja un vacío en la Iglesia y en el mundo. Su legado de humildad, compromiso con la paz y amor por los más vulnerables seguirá inspirando a millones. Como dijo el cardenal Farrell, “encomendamos su alma al amor misericordioso de Dios”.
Fuente: La Nación
