La localidad de Soldado Maldonado, en el interior de Tucumán, atraviesa una grave crisis ambiental debido a la acumulación de basura en caminos, rutas y terrenos fiscales, una situación que preocupa cada vez más a vecinos y autoridades. La denuncia principal es que el pueblo se ha convertido en un basural a cielo abierto, con olor nauseabundo y sin controles visibles, a pesar de los reclamos sostenidos de la comunidad.
Los vecinos señalan que la falta de fiscalización y de campañas de concientización ha permitido que proliferen los microbasurales, afectando no solo la imagen del pueblo, sino también su salud ambiental. A pesar de que en Tucumán rige la Ley N° 7.076, que prohíbe tirar basura en la vía pública o en lugares no habilitados, en zonas como Soldado Maldonado la norma no se cumple.
Mientras tanto, otras localidades de la provincia sí están actuando. En Banda del Río Salí, desde 2024 se aplica una ordenanza con vigilancia ciudadana y multas para quienes tiren residuos en la calle. Aguilares implementó carteles de advertencia en puntos clave de la ciudad, y Monteros mantiene vigente una ordenanza desde hace años para regular el tratamiento de residuos.
En contraste, Soldado Maldonado sigue sin medidas claras. Según el Ministerio del Interior, la solución necesita del trabajo conjunto entre municipios, comunas y el gobierno provincial. “Si no hay una verdadera articulación entre los distintos niveles del Estado, los basurales seguirán creciendo”, advirtieron desde la cartera.
