Más de 30 comerciantes de la Feria Don Carlitos, ubicada en el centro de Tafí del Valle, recibieron una orden de desalojo con un plazo de 120 días en el marco de un proceso de expropiación que lleva más de una década. La medida, impulsada por la Municipalidad, ha generado incertidumbre entre los trabajadores, quienes denuncian falta de información y de respuestas sobre su futuro laboral.
El conflicto legal comenzó en 2013, cuando se impulsó la expropiación del predio de 3.908,28 metros cuadrados para construir un paseo de artesanos. Sin embargo, las disputas sobre la titularidad del terreno han retrasado la liberación de fondos y mantenido a los comerciantes en una situación incierta. El predio, ubicado en Gobernador Critto con accesos por la calle Perón, alberga negocios de artesanías, talabarterías, bazares, indumentaria y hasta un centro de salud.
La causa judicial, caratulada como “Municipalidad de Tafí del Valle c/Chenaut Mercedes y otros s/expropiación”, está en trámite en la Oficina de Gestión Asociada Civil y Comercial N°1. En ella se enfrentan distintos actores: los actuales poseedores del terreno (González, Vargas y Marino), quienes lo adquirieron entre 2000 y 2004 de un comerciante llamado Hamid, que aseguraba poseerlo desde hacía más de 20 años, y la familia Chenaut junto a la empresa Lecop S.A., quienes reclaman ser los verdaderos dueños.
El municipio de Tafí del Valle impulsó la expropiación en 2015 bajo la Ley N° 8624, pero el pago no puede efectuarse hasta que se resuelva la titularidad del predio. Además, la falta de registros claros en los padrones municipales y en Catastro provincial ha dificultado aún más el proceso.
Los comerciantes afectados aseguran que nunca se les ofreció una alternativa para regularizar su situación ni una reubicación. Ante la orden de desalojo, solicitaron una audiencia con el intendente y los concejales para conocer su futuro. “No estamos en contra del progreso ni de un proyecto que mejore la ciudad, pero necesitamos saber qué va a pasar con nuestras fuentes de trabajo”, expresó Jesús Retamero, dueño de la regalería Cuenta Conmigo, quien alquila un local hace 14 años y asegura haber tenido conflictos legales con quien le alquilaba el espacio.
Arturo Sánchez, propietario de Regionales Mailín, también expresó su preocupación: “Estoy aquí hace 21 años, alquilo el local a Vargas, que tiene su consultorio en la feria desde 1992. Nunca tuvimos problemas hasta ahora. No queremos que nos echen sin ninguna propuesta de reubicación”.
Algunos comerciantes cuestionan la relación entre el municipio y quienes reclaman la propiedad del predio. Según Retamero, el hijo de la propietaria original mantiene un vínculo cercano con el actual intendente, Francisco Caliva, y asegura que el municipio financió obras dentro de la feria, como la construcción de baños. “Lo raro es que ahora, después de haber hecho mejoras con materiales y operarios del municipio, nos quieren desalojar”, afirmó.
A menos de cuatro meses del desalojo, los comerciantes siguen sin respuestas claras. Sin un fallo firme sobre la propiedad del terreno ni garantías de reubicación, temen quedarse sin trabajo y sin recursos. El caso de la Feria Don Carlitos refleja la complejidad de los procesos de expropiación en Tucumán y la falta de planificación urbana en zonas turísticas clave, dejando a cientos de familias en la incertidumbre.
