Víctor Hugo Herrera, un joven que estaba preso por robo en la comisaría de Los Pocitos, murió el viernes pasado tras haber sido brutalmente torturado por otros detenidos dentro del calabozo. El hecho ocurrió el martes, pero recién fue trasladado a un hospital el jueves, y los médicos no pudieron salvarle la vida.
Según contaron los familiares, a Herrera le cortaron la cara con un cuchillo, le hicieron dibujos obscenos en el cuerpo, lo quemaron para tapar las heridas y hasta le llenaron los ojos de harina para que no pudiera ver quién lo atacaba. El ataque fue dentro de la celda, y se sospecha que varios presos participaron en el hecho.
El fiscal Carlos Sale está investigando el caso y ya ordenó las primeras medidas. Tres de los detenidos que habrían sido responsables del ataque fueron trasladados al penal de Benjamín Paz mientras avanza la investigación.




