Este martes, el INDEC informó que en abril de 2025 una familia tipo (dos adultos y dos niños) necesitó más de $1.110.063 para no ser considerada pobre y más de $359.244 para no caer en la indigencia, debido a los aumentos en la canasta básica total (CBT) y la canasta básica alimentaria (CBA). Las cifras reflejan cómo la inflación sigue afectando a los hogares más vulnerables del país.
Según el informe oficial, la CBT —que marca la línea de pobreza— subió un 0,9% en abril, mientras que la CBA —que mide la indigencia— aumentó un 1,3%. Aunque el ritmo de incremento fue menor al de marzo, cuando ambos indicadores habían subido más de un 10%, los valores siguen siendo muy altos en relación con los ingresos de muchas familias.
Los rubros que más influyen en el aumento de estas canastas son los alimentos, las bebidas y el transporte, con subas especialmente fuertes en productos frescos, carnes y panificados. Estos datos muestran que, aunque hay una leve desaceleración inflacionaria, los salarios reales aún no logran recuperarse del todo y muchas personas siguen con dificultades para cubrir sus necesidades básicas.
