Tucumán Central se consagró campeón del torneo Anual de la Liga Tucumana de Fútbol este domingo al vencer 1-0 a Concepción FC en La Ciudadela, en un partido que terminó envuelto en polémicas arbitrales y graves incidentes dentro y fuera del estadio, con jugadores, policías e hinchas involucrados.
El encuentro comenzó favorable para el Rojo de Villa Alem, que encontró el gol rápidamente gracias a Nelson Martínez Llanos. Sin embargo, ese tanto abrió paso a una tarde cargada de tensión. Concepción FC había logrado el empate, pero la jugada fue anulada por un presunto fuera de juego que en las imágenes parece inexistente. Algunos jugadores de Tucumán Central también reclamaban mano previa, lo que generó confusión y protestas que frenaron el juego durante varios minutos.
Poco después, Tucumán Central marcó lo que parecía el segundo gol, pero fue anulado por una presunta falta en ataque. Desde entonces, el clima dentro de la cancha se volvió cada vez más friccionado: aparecieron los cruces entre los planteles, las rojas, los insultos al árbitro y hasta la caída de proyectiles desde las tribunas.
La tensión estalló al final del partido. Dentro del estadio, la Policía reprimió con balas de goma a los hinchas de Concepción FC, que protestaban por el arbitraje y la derrota. Hubo corridas, empujones y peleas entre jugadores, oficiales y simpatizantes.
La violencia continuó fuera de La Ciudadela, especialmente en la zona de avenida Roca, donde hinchas de ambos equipos se cruzaron mientras unos regresaban a Villa Alem para festejar y los otros volvían hacia el sur de la provincia. La escalada de enfrentamientos volvió a dejar expuesta la fragilidad de la seguridad en los estadios tucumanos.
Las autoridades aún no informaron sobre heridos o detenidos, pero el episodio reaviva el debate sobre la violencia en el fútbol local y la necesidad urgente de medidas para prevenir nuevos hechos como los registrados este domingo.
