El papa Francisco evoluciona favorablemente tras 15 días de internación en la clínica Gemelli de Roma debido a una bronquitis que derivó en una doble neumonía. Aunque su pronóstico sigue siendo “reservado”, el Vaticano informó este viernes que su estado de salud ha mejorado, que pasó una noche tranquila y que su tratamiento sigue con oxigenoterapia de alto flujo y ventimask.
El sumo pontífice, de 87 años, fue hospitalizado el 14 de febrero y su estado generó preocupación, especialmente el pasado fin de semana, cuando su salud se deterioró. El martes, el Vaticano informó que su condición era “crítica pero estable”. Sin embargo, en los últimos días los médicos han observado mejoras, incluyendo la remisión de una leve insuficiencia renal.
Durante su internación, Francisco ha podido continuar con algunas actividades laborales desde el hospital, aunque sin apariciones públicas. Según el último parte médico, sus mañanas transcurren entre fisioterapia respiratoria y descanso, mientras que por las tardes dedica tiempo a la oración y a sus tareas.
Esta es la cuarta y más prolongada hospitalización del papa desde 2021, lo que ha generado preocupación sobre su salud y ha reavivado especulaciones sobre una posible renuncia. Mientras tanto, fieles de todo el mundo siguen elevando oraciones por su recuperación.
