Uno de los dos detenidos por el asesinato de Marcelo Ruesja se encuentra comprometido: el dermotest realizado dió positivo. El sospechoso tenía restos de pólvora en sus manos. Esto lo podría ubicar en la investigación como el autor material del hecho.
Ayer por la mañana, los supuestos implicados fueron presentados ante el fiscal Washington Navarro Dávila, quien los acusaría de homicidio agravado por alevosía.
Se trata de dos primos de 23 y 24 años. Fueron detenidos una hora después del crimen del uniformado. Un sereno de una fábrica de piletas, que los habría visto rondando la zona del homicidio, aportó el dato que permitió atraparlos. La Policía los encontró en una casa de calle Warnes al 1.800.
Voceros judiciales señalaron que uno de ellos tendría antecedentes penales: estuvo detenido en el penal de Villa Urquiza. Había recuperado la libertad mediante permisos extramuros. Según las fuentes, estuvo un año tras las rejas con prisión preventiva por un intento de homicidio.
“Actuaron con mucha impunidad. Son delincuentes que saben que, hagan lo que hagan, después van a salir en libertad. No les importa nada”, se lamentó Luis Marcelo Ruesja, padre del policía abatido.
Los hechos
Marcelo Ruesja volvía de una fiesta familiar junto a su esposa, Alejandra Díaz, desde el barrio Lola Mora abordo de su motocicleta el pasado sábado al rededor de las 00:30.
En el camino a su domicilio del barrio 80 Viviendas en Las Talitas, fue interceptado en av Circunvalación y calle Wilde por dos individuos en una moto tipo enduro.
El efectivo habría intentado defenderse del robo con su arma reglamentaria; pero al ver el movimiento, los delincuentes lograron abrir fuego primero. Un disparo se alojó en medio de los ojos de Ruesja y el otro en la pierna de su esposa.
Luego los delincuentes se escaparon llevándose el rodado de las víctimas, que quedaron en el suelo rodeadas de sangre en plena ruta.
