Así es el “cuento del tío” con el que despojan a los ancianos de su dinero

Publicado el: 4 abril, 2018

“Hola ¿tío?”. Con estas dos palabras comienza la estafa telefónica que se está popularizando en los últimos días en Tucumán. De la respuesta a esta frase depende, en gran parte, el éxito de la maniobra.

Quien llama es una mujer. Apuesta, desde el inicio, a que la persona que atiende sienta la voz relativamente familiar y le responda con el nombre de alguna de sus sobrinas. De esta manera, los estafadores ya ganaron el primer punto: consiguieron información y comenzaron a ganarse la confianza de la víctima.

De acuerdo a lo relatado por una persona que recibió este tipo de llamada, el diálogo luego se orienta a explicar por qué la voz de quien llama no resulta familiar. “Anda mal la línea” o “estoy medio resfriada” son las frases que buscan despejar dudas en las víctimas. Luego, viene la parte del dinero.

“Te llamo porque hay que cambiar los billetes de $ 100 porque van a dejar de circular”, arriesga la voz femenina. Luego, ante las dudas, explican que es una noticia conocida que ya salió en los medios de comunicación y dan detalles sobre el cambio: “los nuevos vienen con la imagen del Obelisco ¿no los viste? Son rosas”. A esa altura, si la persona ya confía en que está hablando con un familiar, la estafa se termina de configurar con el miedo. El temor a perder los ahorros y la esperanza de que esta “sobrina” los ayude a evitarlo. Luego, cuando ya el diálogo es más fluido, preguntan si la víctima tiene atesorados dólares.

A esta altura, la víctima puede desconfiar y cortar o seguir en comunicación. Si continúa, lo siguiente: la supuesta “sobrina” le dice que alguien de su confianza le hará el favor de pasar por el domicilio para retirar los billetes y los cambiará en el banco. La entrega se realiza y el estafado no vuelve a saber de su dinero.

 

Una estafa que sí funcionó

El 20 de marzo, una anciana perdió sus ahorros a manos de estafadores telefónicos. Aunque los detalles del diálogo que mantuvo con ellos no trascendió, sí se sabe que le dijeron que su dinero se estaba “desvalorizando”, por lo que le ofrecieron que una persona de confianza de la falsa “sobrina” pase a retirarlo. La mujer accedió y le entregó los billetes al desconocido, creyendo que venía en nombre de su familiar y que, juntos, depositarían la plata.

La denuncia fue radicada por María Ester Langella, hija de la víctima, en la Comisaría Primera. Cuando la mujer llegó a casa de su madre y se enteró de lo que acababa de ocurrir, consultó con su hermana y se dio con que la anciana había sido víctima de una hábil y rápida estafa.

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