Algo que parecía un simple descuido terminó siendo un hecho clave para detener a un pedófilo.
Cristián Nicolás O., de 33 años de edad y oriundo de Catamarca, olvidó su celular en un taxi y en la galería del mismo había un video en el que violaba a un nene que tenía apenas 3 años de edad cuando fue abusado.
Todo ocurrió hace un año. Ortega había abordado un taxi pidiendo que sea llevado hacia Roca y Chacabuco, inmediaciones del Hospital de Niños. Cuando descendió del rodado había dejado su celular en el asiento, el taxista lo encontró e intentando buscar en el aparato alguna identificación de su dueño encontró algo terrible: videos donde su pasajero abusaba sexualmente de un nene.
El taxista inmediatamente fue a realizar una denuncia y presentó el teléfono. A partir de ello la Fiscalía de la doctora Adriana Giannoni dispuso una investigación para identificar al agresor y también a la víctima.
Al mando de los comisarios Marcelo Salla y David Villagra y con la colaboración de los peritos de la División Delitos Telemáticos, los pesquisas analizaron el teléfono móvil y lograron recuperar datos de la víctima y del victimario.
En las imágenes del aberrante hecho sobresalió el logo de una empresa, de donde el abusador había sido despedido, logrando identificarlo como Cristián Nicolás Ortega de 33 años de edad, separado, oriundo de Catamarca a dónde había vuelto después de su separación.
Una comisión integrada por el agente Pablo Almaraz y la oficiala Beatriz Ponce, al mando del subcomisario Christian Peralta, viajó a Catamarca con la orden de detener al sospechoso. Con la colaboración de policías de esa provincia, arrestaron al abusador cuando intentaba llegar al domicilio paterno. También allanaron el domicilio donde secuestraron varios celulares y computadoras. Los especialistas de la fuerza tratarán de confirmar su sospecha: la de que allí habría más material pornográfico.
Casi en simultáneo, Salla, con la colaboración de la División Trata de Personas, irrumpieron en la vivienda de la ex concubina y en el de la ex suegra del acusado. En estos allanamientos consiguieron datos claves: determinaron que el menor abusado era un allegado a la familia y establecieron el lugar preciso donde supuestamente se concretó el abuso.
El abusador, según la teoría de los pesquisas, en las visitas que realizaba a la familia política y aprovechando la ausencia de los mayores de la casa, concretaba los ataques mediante algún tipo de amenaza. Personal de la Policía Científica sacó fotos de una habitación muy parecida a la que aparece en las filmaciones. Al mismo tiempo, secuestraron otros elementos (almohadón, acolchado y cubrecamas) que son similares a los que se pueden descubrir en las filmaciones.
El acusado quedó detenido y a disposición de la Justicia y tratan de determinar si alguien más participó de la violación y si es parte de alguna red de pedofilia internacional que, normalmente graba los abusos para intercambiar material pornográfico.
