Desesperada: Hace más de un año espera una operación del PAMI para su padre

Publicado el: 4 abril, 2018

Hace 25 años la vida de Sandra Zóttola cambió para siempre. Su padre, un hombre de 48 años, sufrió un accidente y tuvieron que reemplazarle la cadera completa por una prótesis. A pesar de que el hombre podía hacer una vida normal, con el tiempo la prótesis se fue desgastando y deteriorando su calidad de vida.

Hace un año y medio la prótesis salió por completo de su lugar y Sandra acudió al PAMI para solicitar una operación de trasplante con injertos. Allí comenzó otro camino, aún más doloroso. Desde la sede local del PAMI la enviaron en abril del año pasado a una interconsulta en la sede central de Córdoba para ver si existía la posibilidad de operar a su padre en esa provincia, ya que aquí en Tucumán hay un solo operador, el Sanatorio 9 de Julio, y no le aceptaron la cirugía porque el PAMI no se hacía cargo de los honorarios.

De a poco, el padre de Sandra, que actualmente tiene 73 años, fue perdiendo movilidad. “El vive con mi mamá, que tiene leucemia, y mi hermana que es soltera y trabaja como docente. No puede movilizarse solo, ni bañarse; necesita asistencia todo el tiempo. Ahora camina con muletas, pero los médicos le dijeron que no puede pisar porque pone en riesgo su cadera. Hace un año estaba en silla de ruedas”, dice Sandra con zozobra.

En el PAMI de Córdoba tampoco obtuvo una respuesta favorable: la derivaron a un sanatorio privado y en ese sanatorio le dijeron que no trabajaban con PAMI. Mi papá ya está perdiendo movilidad y sufre de fuertes dolores. Él podía hacer una vida normal con la prótesis, y desde hace un año y medio tiene movilidad reducida”, se queja Sandra.

La operación que necesita el padre de Sandra cuesta 280 mil pesos, una suma impagable para la familia. En noviembre del año pasado Sandra, su padre y una veintena de pacientes protestaron en la puerta de la sede del PAMI, en calle córdoba al 900. En enero de este año se comunicaron desde Buenos Aires con Sandra y le pidieron una actualización de la historia clínica de su padre. Según le dijeron en el PAMI de Buenos Aires, la prótesis que necesita su padre ya no se fabrica más en la Argentina, por lo que la salida viable es reparar la prótesis que tiene.

Hace 20 días Sandra presentó un amparo en los tribunales federales. Además, se comunicó con el Defensor del Pueblo de la Nación y le respondieron que no pueden intervenir porque el caso ya está en manos de la justicia. Desde el PAMI Tucumán aseguraron que la prótesis y el injerto están aceptados, pero aún no cuentan con los fondos para pagar los honorarios del sanatorio.

“Yo hablé con los médicos y acordamos que en caso de que no se haga la cirugía le sacarán la prótesis para evitar los fuertes dolores, aunque eso signifique que pierda la movilidad. El objetivo principal es sacarle el dolor”, aseguró Sandra con desánimo.

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