El dramático pedido de un mozo: “No queremos desaparecer, no se olviden de nosotros”

Publicado el: 13 mayo, 2020

“No queremos desaparecer, no se olviden de nosotros”.  La frase pertenece a un mozo de un importante bar-restaurante pero podría ser hoy pronunciada por casi todos sus colegas en Tucumán. 

La cuarentena obligatoria dispuesta en el marco de la pandemia de coronavirus modificó la rutina en los bares y restaurantes. Esta situación, derivó en el cese de la actividad de varias ocupaciones y provocó que muchos trabajadores quedaran suspendidos en sus tareas o incluso, fueran despedidos. 

Como si fuera el argumento de una serie de ciencia ficción, el virus COVID-19 causó un giro de 360 grados y la vida de millones de argentinos se modificó en todos los aspectos. Es un hecho, la vida se complicó aún más de lo que estaba y por razones obvias, las personas salieron a rebuscarse una solución inmediata al problema y/o esperando que todo se normalice.  

A cara o cruz, y en carácter de anonimato, S.R es un trabajador más,  víctima de los daños colaterales en el tejido social que ha sufrido los embates de la pandemia. Padre de dos pequeñas, una de 17 y otra 14, su principal preocupación es llevar un plato de comida al hogar y llegar para pagar el alquiler. Sin embargo, la solidaridad de su persona va más allá de su propia situación.  

Cuando le preguntamos qué desearía específicamente que pase en el futuro, el hombre de 37 años quien trabaja como mozo en un bar ubicado en la avenida Mate de Luna, responde de una manera terminante: “Pido que nuestros empleadores de todas las cadenas gastronómicas no se olviden de nuestros compañeros, que le den una mano a los que no tienen otro recurso. A la gente que no se olvide de nosotros: no queremos desaparecer”. 

Es que con el correr de los días, la situación se torna cada vez más complicada. La  pandemia provocó un involuntario ajuste a la forma de vivir, a la sustentabilidad de los trabajos: muchas actividades se ven afectadas con las “bajas” a raíz de la inactividad 

Los sectores más vulnerables, aquellos que viven y comen  “día a día”, aguardan ansiosos una respuesta de sus empleadores.  

“Ya pasaron casi dos meses y la única ayuda que recibí por parte de mi patrón fue de 2000 pesos”, explica S.R. Y agrega: “Para pagar el alquiler, mi familia me tuvo que ayudar”.  

Los coletazos de este estancamiento  están siendo especialmente duros para quienes se dedican al sector de los servicios, a rubros como el de hotelería y el turismo, a la industria del entretenimiento, etcétera

En Tucumán, el gremio gastronómico se declaró en estado de alerta por una ola de despidos, en algunos casos, y retrasos en el pago de los sueldos, en otros. SR se aferra a las promesas con la que alimenta su esperanza:  Me dijeron que esta semana sale el pago de la ayuda del gobierno ATP. Aún sigo esperando”.  

 El antes y después del COVID-19  en la vida de S.R es una realidad, más allá de que no pueda aún desentrañar su futuro. “Lo único que puedo hacer ahora es esperar. Tener paciencia de que recibir ayuda de alguien y que todo se resuelva”, dice a TucSinFiltro, un anhelo extensible a la mayoría de los trabajadores del rubro que esperan volver a sus tareas lo  antes posible. 

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