El Paro General contra el Gobierno convocado por la CGT, y que se extenderá por 24 horas, será en rechazo a la política económica y por el incumplimiento del pacto antidespidos acordado con empresarios e impulsado por el Gobierno. También apunta a romper la limitación que busca imponer el Gobierno para que las paritarias cierren en torno del 18 por ciento para no exceder la previsión inflacionaria oficial.
Aunque se planeaba que la protesta fuera sin movilización, la izquierda y los movimientos sociales desafían con bloquear los accesos a las grandes urbes. El Gobierno dijo que tomará medidas para garantizar la libre circulación. Y así fue.
El Gobierno aplicó el operativo antipiquetes y la Gendarmería desalojó a los manifestantes que cortaban el tránsito en el cruce de la Panamericana y la ruta 197, en el partido bonaerense de Tigre.
Los incidentes comenzaron a las 9.25 en el bloqueo de la Panamericana y ruta 197, cuando los agentes federales avanzaron tirando gas y arrojando agua con carros hidrantes, lo que motivó la respuesta de los militantes.
El secretario de Seguridad Eugenio Burzaco justificó el desalojo de los manifestantes que ocupaban la autopista Panamericana al asegurar que el corte representa “un delito” y reconoció que “se esperaba” que hubiera incidentes. “Gendarmería tenía que proceder, no se justifica la agresión”, manifestó el funcionario en declaraciones televisivas.
