Un hombre golpeó a su esposa y rompió la moto en la que estaba se movilizaba junto la hija de 9 años que tienen en común. Cuando la policía intervino, el sujeto se puso más violento.
Ayer, alrededor de las 19, una mujer de 36 años llegó agitada a pedir ayuda a la Comisaría 13. La desesperación se le notaba en sus gestos, temerosa de lo que pudiera ocurrir con el marido que, minutos antes, le había pegado varias piñas en su espalda para obligarla a bajar de la moto en la que llegaba junto a su hija de 9 años a la casa mientras el bebía alcohol junto a dos amigos.
El oficial de guardia no dudó, y de inmediato fue hasta el domicilio que había señalado la mujer. Allí, junto a su colegas, el policía le señaló al golpeador de 50 años las razones de su presencia. Eso lo puso peor.
Visible su estado de ebriedad, empezó con los insultos hacia los uniformados y frases deningrantes a su pareja mientras sus compañeros de beberaje observaban la escena, tal como lo habían hecho cuando golpeaba a su mujer y rompía la moto de la que no terminaba de bajar su hija de 9 años.
Con el panorama de violencia instalado, los policías redujeron y aprehendieron al violento. Desde la Fiscalía de turno Especializada en Violencia de Género de la Iº Nominación, avalaron la aprehensión policial y dispusieron que se realicen las pericias físico-mecánicas en relación al rodado interviniente, que a la víctima se le practiquen los exámenes de rigor y se eleven las actuaciones hoy junto con el aprendido.
