“Marighella”, la película brasileña que Bolsonaro no quiere que veas

Publicado el: 12 septiembre, 2019

La película del célebre actor y ahora director Wagner MouraMarighella, narra la lucha contra la dictadura del guerrillero Carlos Marighella y no ha logrado estrenarse en Brasil después de ser elogiada en la Berlinale, el legendario festival de cine alemán.

El motivo, según ha declarado su distribuidor es “la coyuntura política”. Basada en el premiado libro el periodista Mario Magalhães , Marighella tiene todos los ingredientes para ser un filme muy taquillero en Brasil.

Moura ya es un actor estrella conocido internacionalmente por sus brillantes actuaciones en la película Tropa de élite y en la teleserie de Netflix Narcos.

Wagner Moura y la productora de la película, O2, de Fernando Meirelles , denunciaron el año pasado que la distribuidora Paris Filmes no quería estrenar la película por motivos políticos. La empresa niega que se haya dejado intimidar e insiste en que al referirse a la coyuntura se refería a la coyuntura comercial.

Hace dos semanas se dieron otras señales de que el Gobierno de Jair Bolsonaro ha intervenido para dificultar la promoción de la película. El diputado federal bolsonarista Alexandre Frota anunció que el Gobierno había retirado fondos para el festival de Cannes
de la agencia federal de promoción de exportaciones brasileñas, debido al temor a que la productora de Marighella se viera beneficiada.

El gurú ideológico de Bolsonaro, Olavo de Carvalho , experiodista, astrólogo y filosofo hecho a sí mismo, residente en Virginia (EE.UU.), calificó la película de “comunista” y “contra el interés nacional” y acusó de corrupción a quienes en el Gobierno defendían el apoyo a los participantes en Cannes. Marighella al final no participó en el festival.

Aunque es una obra de ficción que retrata los últimos años de la lucha del veterano guerrillero, que fue asesinado en 1969 por agentes de la dictadura militar, está basada en hechos reales y en un riguroso trabajo de documentación histórica realizado por ­Magalhães.

Por eso, dice este, supone un peligro para el proyecto de Bolsonaro y su Gobierno de borrar los crímenes de la dictadura militar, que incluyen miles de presos políticos, y cientos, tal vez miles, de torturados, asesinados y desaparecidos.

Tanto Bolsonaro como el vicepresidente, Hamilton Mourao , uno de una veintena de exmilitares en el Gobierno, son admiradores de Carlos Alberto Brilhante Ustra , el responsable de la tortura de cientos de militantes de la lucha contra la dictadura, entre ellos la expresidenta Dilma Rousseff , destituida en el 2016 tras presiones conservadoras desde la calle. Rousseff, al igual que Marighella, participó en la guerrilla durante la dictadura.

 

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