El padre: “El la engañó…mi hija nunca nos mintió donde y con quien se iba”

Publicado el: 10 mayo, 2017

Las horas pasan y el trabajo continúa. Un equipo de peritos de Criminalística y de forenses siguen con la tarea de inspeccionar un horno en el que se presume podrían encontrar restos calcinados de Daiana Abigail Garnica, la adolescente de 17 años que se encuentra desaparecida desde la tarde del sábado pasado. La tarea está concentrada en la recolección y examen de evidencias posibles entre la ceniza del lugar, habida cuenta de que el horno estuvo funcionando desde la tarde misma del sábado. Casi cerca de las 20 de ese día, según precisaron los familiares de Daiana a Tuc Sin Filtro, realizaron la denuncia en la comisaría de Alderetes “nadie se preocupó en comenzar a buscarla o en ir a averiguar a la casa de Darío Suárez (el principal sospechoso) y pasaron las horas”.

Ramón, el padre de la adolescente, no tiene dudas: “El la engañó. No existe ninguna relación sentimental ni nada por el estilo. Ella siempre nos dijo que se iba con él”, afirmó contundente.

En la zona, todos permanecen expectantes del trabajo de los peritos mientras los expertos analizan el escenario y las alternativas con la que pueden encontrarse. Los especialistas hallaron en las últimas horas “fibras” que hicieron pensar que podrían tratarse de los restos óseos calcinados de la joven. Sin embargo, esto no pudo llegar a confirmarse debido a la acción del fuego.

Según el médico forense Augusto Colombres, ex jefe de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la UNT, indicó al diario La Gaceta, la expectativa pasa por los restos de piezas dentales que se puedan encontrar en el lugar.

“Es lo que más resiste el calor. Incluso los huesos se consumen. Puede quedar algún fragmento óseo, pero al calcificarse, no sirve para los estudios, no arroja un resultado de ADN”, afirmó.

El forense afirma que esa es la mayor esperanza que se tiene de poder dar con una evidencia concreta del cadáver de la adolescente, en el caso de haber sido asesinada y luego quemada en uno de los hornos.

 

“A los dientes hay que abrirlos para conocer su ADN. Al no existir un banco de datos, estas muestras deben cotejarse con las que puedan entregar padres o hermanos de la presunta víctima. El problema es que existe la posibilidad de que los dientes también se consuman”, añadió.

 

 

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