“Perro Rojo”, el audaz que montó un negocio para vender drogas de diseño a clientes Vip

Publicado el: 11 junio, 2017

Un procedimiento de la división Drogas Peligrosas terminó con la aprehensión de un sospechoso catalogado como “transa Vip” que vendía sustancias de las denominadas drogas de diseño a clientes específicos que componían, al parecer, un circuito privilegiado y poco común.

La pesquisa terminó en un allanamiento realizado en Asunción al 200, Barrio El Bosque, donde el acusado, conocido como “Perro Rojo”recibía a los que conocían la modalidad de compra de LSD y marihuana, alternativamente, de acuerdo a lo informado por una alta fuente de la Policía Federal, a cargo del operativo, ordenado por el juez federal Fernando Poviña. En el lugar, los investigadores hallaron parte de la sustancia que formaba parte de la distribución que hacía el sospechoso: una cantidad suficiente de LSD y más de 1000 semillas de yerba importada, junto con una balanza electrónica y tres teléfonos celulares con información clave para conocer la logística del negocio que había montado “Perro Rojo”. La sustancia incautada tiene un formato que no deja duda que su procedencia importada: se trata de 45 dosis en presentación de troqueles y en gel. Todo hace pensar que el lugar funcionaba como punto de “depósito” de la sustancia  y no como vivienda del sospechoso.

Una agenda nutrida

La sospecha de los investigadores es que el sospechoso también compraba y vendía pastillas de “éxtasis” y cocaína, algo que formaba parte de los pedidos habituales que le hacían su particular clientela. Cada uno de ellos tenía una forma específica para contactar a “Perro Rojo” que había monopolizado el “negocio” dentro de sectores determinados con una atención “personalizada”: su agenda contaba con los números de ejecutivos, profesionales de diferentes rubros, dirigentes políticos, empleados de los tres diferentes poderes y hasta deportistas. Para que todo se cumpliera en tiempo y forma, el audaz “dealer” acostumbraba a hacer por su cuenta las “entregas” de los pedidos que recibía a cada uno de sus teléfonos celulares. Cada número que figura en su agenda, según trascendió, eran de personas que a la vez habían recomendado sus “servicios” de manera que se había trazado una cadena de confianza casi indestructible a lo largo del tiempo.

Sin embargo, en ocasiones, tal vez por el miedo de sus propios clientes, “Perro Rojo” hacía entrega de los “pedidos” en lugares públicos como, por ejemplo, un boliche que también quedó en la mira de la Justicia Federal.

La primera información fue recibida hace meses por el fiscal Pablo Camuña quien trabajó de manera reservada con los comisarios Jorge Luján y Ramón Hernández que fueron desandando una línea de investigación precisa a través de datos obtenidos de manera reservada sobre la modalidad empleada para la distribución de las sustancias.

El equipo de pesquisas tomó las precauciones del caso para realizar el operativo, utilizando pasamontañas y armas largas para irrumpir en el espacio donde encontraron una planta de marihuana de cerca de dos metros de altura.

 

Foto: La Gaceta.

 

 

 

 

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