Quien era la víctima: Los detalles de un crimen que sigue sacudiendo a los tucumanos

Publicado el: 21 mayo, 2023

Hace poco más de una semana, los tucumanos almorzaban con una noticia que los dejó helados. El cuerpo de una persona había sido encontrado en el interior de una cisterna sin agua. Los peritos dijeron que llevaba ahí más de dos meses sin vida. A los tres días, las autoridades confirmaban que se trataba de una mujer y que había sido asesinada de un golpe en la cabeza que le provocó la fractura del cráneo. Por el estado de descomposición todavía no pudo ser identificada. Pero todos los indicios llevan a un mismo nombre: Laura Gabriela Picciuto (48), la dueña de casa que fue vista por última vez antes de que finalizara la primera quincena de marzo. A partir de ahí el misterio se apoderó de todo.

En la historia policial de la provincia no hubo muchos casos de estas características. La mayoría de ellos quedaron impunes, pero tuvieron un hilo en común: generaron conmoción por la manera en que murieron las víctimas. A todos se les ponía un nombre para poder identificarlo. Los ejemplos más resonantes fueron “El crimen de las modistas”, “El crimen de la hermana del decano”, “El doble crimen del ‘Comequeso” y, el más reciente, “El crimen de la contadora”.

El registrado recientemente fue bautizado por el diario “La Gaceta” como “El crimen de Chacabuco 59”. El nombre no es caprichoso. Tiene que ver con una realidad. Descubrir qué es lo que sucedió en esa casa ayudará a resolver el caso en el que los investigadores tienen un enemigo: el paso del tiempo. No sólo para esclarecerlo, sino para incriminar a los autores. Los días que transcurrieron son los aliados de los autores. No sólo pudieron armar una estrategia defensiva, sino que aniquiló las pruebas para incriminarlos. Por ejemplo, será un milagro lograr hacer una prueba genética.

La de Picciuto no era una casa más. Se trata de una propiedad que vale millones, no por su construcción, sino por la ubicación. La vivienda fue siendo modificada con el correr de los años. Los informes de los peritos dan cuenta que en la parte inferior existen dos locales comerciales. En uno de ellos funciona un comercio de ropa, en el otro, había una peluquería. A través de un largo pasillo se accede a la vivienda de “Gaby”, como la conocían a la dueña de casa. Una escalera caracol comunica a los tres monoambientes que fueron construidos en la planta alta donde también había un baño en común. Tenía un fondo importante con pileta.

Los secretos de esa casa se van develando de a poco. Los investigadores descubrieron que sus habitantes mantenían tormentosas relaciones sentimentales. Que su vida estaba signada por la pobreza y que el consumo problemático de drogas hacía mucho más difícil la convivencia. Desde marzo hasta el 12 de mayo, día en el que encontraron el cuerpo, la seccional 1ª recibió diferentes denuncias de hechos que se registraron en ese lugar: una por un robo y otra por un caso de violencia de género. Personal del servicio 911 también habría intervenido al menos en una ocasión.

También es importante conocer el perfil de la víctima. Nació en Monteros, hace casi 50 años. En esa ciudad siempre llamó la atención por su belleza. Se casó con el hijo de un importante empresario vinculado a la venta y al mantenimiento de ascensores. Tuvieron una hija en común y, después de unos años, decidieron separarse. Hubo una importante batalla legal por el divorcio y por la tenencia de la pequeña porque la Justicia le dio la tenencia legal a su abuela materna en una polémica causa que nunca pudo revertir.
Se conoció que en esas disputas ella terminó siendo perjudicada. Dos profesionales que la atendieron, sabiendo que era una mujer vulnerable (en esos tiempos ya habría sido adicta a los psicofármacos) terminaron perjudicándola. Uno de ellos se quedó con un auto de alta gama que pudo recuperar después de hacer una denuncia penal.

El otro, intentó cobrarse sus honorarios con un remate de la vivienda donde se registró el crimen, pero otra medida judicial evitó el atropello legal. Ambos profesionales fueron denunciados y el Colegio de Abogados les aplicó sanciones por sus actuaciones. Por un tiempo tuvo una importante mejoría, hasta estudió para ser azafata. Tuvo un par de parejas estables, pero el insoportable peso que significaba no poder ver a su hija (la madre hasta habría pedido una medida de restricción para que no la viera) terminó siendo insoportable. Ahí terminó de ingresar en el mortal laberinto de las adicciones.

Hasta aquí son varios y diversos los posibles móviles del crimen. Van desde un femicidio, hasta un asesinato para poder quedarse con la propiedad que ella tenía y que estaba derrumbándose por la falta de mantenimiento. También se habla de un triángulo amoroso entre personas que estaban destruida por las drogas. No se descarta que haya sido las consecuencias de una situación generada por el robo que sufrió una de las inquilinas de la propiedad.

Hasta el momento el fiscal Sale tiene una lista con los nombres de siete sospechosos y una detenida, Sofía Alejandra Di Gianni, una joven trabajadora sexual con problemas de adicción. En las próximas horas habrá novedades.

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