José López se recibió de ingeniero y abandonó su tierra para irse al sur. Allí lo esperaba un futuro prometedor de la mano de quien sería pronto el intendente de Río Gallegos, un tal Néstor Kirchner. La historia que siguió es conocida. En la finca “Aracelitis”, que perteneció a sus abuelos los policías se encontraron con dos familiares del polémico ex funcionario K, hoy convertido en la mayor noticia nacional.
Nadie se mostró nervioso. Todo siguió transcurriendo en la mayor normalidad durante la tarde en la pequeña localidad de Los Guchea, al sur de la provincia donde López compró dos hectáreas y “ayudaba a algunos familiares” y obreros que se desempeñan en su finca.
Héctor López, el primo hermano de de José López habló para la señal de noticias Canal 26 y a Tucumán Sin Filtro en una entrevista donde contó los pormenores del operativo que llevaban a cabo los efectivos de la Policía Federal.
Siempre muy tranquilo, el hombre se mostró primero amable a la hora de dialogar, antes de que luego, le aconsejaran una mayor prudencia.
“La casa está desordenada porque no hubo tiempo de limpiarla nomás”, empezó diciendo Héctor López, el primo hermano del polémico funcionario K en su propiedad de Los Guchea, uno de los lugares que fueron allanados por los efectivos de la Policía Federal en Tucumán.
En efecto, los pesquisas encontraron la casa en un estado casi de abandono y hasta uno de los policías se alertó al hallar una rata paseándose por una de las habitaciones.
“El siempre fue inteligente. No trabajó nunca en la tierra. Aquí venía en un vehículo alquilado de vez en cuando. Y hacía los asados para los amigos. Fue siempre muy bueno con nosotros”, expresó el hombre.
La última vez que López había ido a Los Guchea fue durante la campaña del año pasado como precandidato a gobernador pese a que con el tiempo, la presidenta Cristina Fernández terminaría ungiendo a Juan Manzur.
“El paga a todos los que trabajamos aquí…todo normal. De no haber sido por su ayuda, mucha gente se hubiera quedado sin aporte”, dice Héctor convencido.
Respecto al movimiento permanente de los policías federales por la propiedad, el hombre se mostró muy tranquilo.
“Aquí nunca se sospechó nada porque solo venía antes a ver a los padres. Acá no se consiguió nada y no van a conseguir…nunca vino con bultos de noche en un horario que no lo puedan ver con una pala. Enseguida se terminó el operativo. Estaba seguro, estaba tranquilo”, repitió.
El hombre por último hizo alusión al hecho de que López es administrador de la finca de los abuelos. El padre de López había muerto hace cuatro meses. “Nunca se lo vio con mucha plata. Por eso estoy sorprendido. De lo que encontraron y bueno….fue así…que se le va a hacer”, dijo con una sonrisa pícara.
