Una tucumana se cayó mientras trabajaba y su empleador la abandonó

Publicado el: 19 agosto, 2017

Una mujer tucumana de 51 años se encuentra padeciendo sola en una cama de un hospital en Río Negro tras sufrir un accidente en la finca donde trabajaba cosechando peras en Regina, Neuquén.

Aurelia Carrizo sufrió un terrible accidente laboral mientras cosechaba peras en el valle y su empleador la abandonó a su suerte. Hace más de seis meses que es trasladada de una cama hospitalaria a otra, y está a la espera de una prótesis de columna.

Tras el golpe, en los primeros días de febrero, su patrón la acercó hasta el hospital de Villa Regina y nunca más volvió a verle la cara. El martes fue derivada a Cipolletti y está a la espera de que los que traumatólogos le digan que le llegó la hora de ser operada.

Mientras tanto, está sola pero la solidaridad de las personas que escucharon su historia en primera persona la contienen. “Me ayuda la gente que conoce mi situación. El hospital ha cubierto todos los medicamentos, pero si me quedo sin antibióticos ahí sí que estoy frita. Estoy muy dolorida”, contó.

Su familia volvió a Tucumán en mayo y mantiene contacto por teléfono. Y a ella le costó mucho romper el silencio y denunciar el caso, en la desesperación de conservar su trabajo y el de sus dos hijos. Además, aseveró que había sido amenazada.

Tras perder el miedo, le aseguró al diario La Mañana de Cipolletti que inició acciones legales contra su empleador, oriundo de Villa Regina, porque estaba en negro y no se hizo cargo de nada. “Tampoco me pagó ni un centavo por los dos meses que trabajé y cuando recibió una carta documento, me desconoció, dijo que yo no había trabajado”, dijo Carrizo.

Trabajar voy a seguir trabajando, pero tendrá que ser en algo liviano, a la cosecha no puedo volver”, dijo, muy decidida a superar este mal momento. Una vez que lo logre, su objetivo es establecerse en la región. El hijo menor vendrá a vivir a con ella. “Esto será momentáneo, voy a salir adelante”, confió la mujer.

Del accidente recordó que cosechaba a cinco metros de altura cuando de golpe se vino abajo. “No perdí la vida de milagro. Parece que se zafó un tornillo, me caí y la escalera rebotó en mi espalda. En ese momento estaba con mi hermana, su marido y mi sobrina trabajando. Ellos corrieron a ayudarme, pero no me levantaron porque no me respondían las piernas. Me pusieron el plástico de un bin en el cuello y esperamos a que volviera el dueño de la chacra, unas cuatro horas después”.

En Villa Regina estuvo hasta mayo, también pasó por General Roca y desde el martes está en Cipolletti. “Vine muy mal, ya no podía sentarme. Tengo quebrado el hueso de la columna, me van a operar, pero hay que esperar que llegue la prótesis. Espero que aparezcan los traumatólogos para ver cuándo”, expresó, con bastante dificultad para sostener la conversación.

El director del hospital, Carlos Lasry, dijo que ya se gestionó la prótesis y está en proceso de provisión. “Cuando llegue, se programará la cirugía”, manifestó.

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