Increíble: la imagen del padre de Benja como policía

Publicado el: 28 marzo, 2024

En las últimas horas, se conoció una estremecedora imagen: vestido de policía, el padre de Benjamín fue fotografiado en el lugar exacto donde habría enterrado a su hijo. Por estas horas, se procura determinar las circunstancias en que se realizó la fotografía y como habría logrado acceder a tener un uniforme policial de la fuerza. 
La fotografía fue difundida por el canal TN a través del colega José Inesta.
Los restos óseos que descubrieron este miércoles a un kilómetro de la casa donde vivía con su familia el chico que está desaparecido desde hace un año, convirtió el caso de Benjamín Gutiérrez en lo que podría ser la crónica de una muerte anunciada.

Después de negar la existencia de su hijo en un intento por despegarse del crimen y de haber quedado preso en otra causa por violencia de género, Jorge Lucero, el padre de Benjamín, fue traslado ayer a la zona de Atahona donde se realizó el hallazgo. Lo hizo acompañado por el equipo científico de investigaciones fiscales (ECIF) del que forma parte el arqueólogo forense Alejandro Leiva y, un detalle por lo menos particular, fue vestido de policía.

El acusado había dado cinco lugares donde podía estar enterrado el cuerpo: sin embargo, los restos fueron hallados en una bolsa en medio de la vegetación. Lo macabro es que los restos estaban envueltos con una sábana infantil.

Las abuelas y el abogado Alvaro Zelarayán dieron por sentado de que se trataban de los restos del pequeño.

Torturas

Entre las cosas que se revelaron en las últimas horas, se encuentra la posibilidad de que Romina, la madre de Benjamín haya tenido una participación activa en el maltrato y golpiza al nene, y luego en el encubrimiento de su desaparición y muerte.

A raíz de la grave acusación que pesaba sobre la pareja y en tanto avanza la investigación, la Justicia le otorgó la guarda provisoria de los dos hermanitos de Benjamín a su abuela materna, Mónica Gargiulo. Fue entonces cuando los chicos empezaron a hablar.“Qué lindo hubiera sido que Benja venga con nosotros, ¿no?”, lamentó uno de los menores. Rápidamente, su abuela le respondió que, cuando lo encontraran, también él iba a poder vivir con ellos, pero la respuesta de su nieta fue demoledora. La nena dijo que eso no iba a ser posible porque Benja ya era “un angelito que está en el cielo”.

En tanto, la otra sospecha está vinculada con el hecho de que otro de los hijos del matrimonio, de nombre Rodrigo también haya sido asesinado.

Se llamaba Rodrigo y tenía un año. La autopsia entonces determinó que había muerto por broncoaspiración y la causa se archivó. “Rodrigo llegó muerto al hospital”, recordó apenada su abuela. “Nos dijeron que supuestamente sufrió una broncoaspiración pero tenía quebrado el brazo, la pierna, un golpe muy fuerte en la cabeza y un desgarro de cuatro centímetros en la boca, sobre el labio, que le llegaba al ojo”, subrayó.

La casa donde Benjamín vivía con sus padres y sus dos hermanos estaba ubicada sobre la ruta 157, a unos a 84 kilómetros de San Miguel de Tucumán. Se trata de una zona con pocos habitantes en donde las casas están a una distancia de entre 200 y 500 metros, unas de otras.

Aun así, el contexto de agresividad que rodeó a Benjamín durante su corta vida no era un secreto para nadie y fueron varios los vecinos que, cuando el caso se hizo público, dijeron a los medios locales que en esa vivienda “reinaba la violencia”.

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