Insólita golpiza a policías: un acusado permanecerá encerrado por causar lesiones a un efectivo

Publicado el: 24 febrero, 2024

Solo uno de los cuatro acusados de haber protagonizado una agresión a policías durante incidentes registrados el pasado lunes en Monteros estará privado de su libertad durante un tiempo. Por los incidentes desatados una mujer continuará en el hospital de Monteros mientras que otro de los acusados fue derivado al hospital Obarrio para recibir un tratamiento por sus adicciones.

Los graves episodios de violencia se produjeron luego de que un vecino denunciara un incidente en una vivienda y se trasladaran allí efectivos de la División Motorizada: el saldo fue que dos policías sufrieran lesiones tras recibir una golpiza y el móvil de la dependencia resultara dañado.  Uno de los efectivos fue atacado con una tijera por una mujer mientras que el otro resultó con lesiones en sus dedos al ser golpeado por la pareja de la misma y su hijo.

Los agresores serían reducidos después de que llegaran refuerzos ante la imposibilidad de los uniformados de poder afrontar la magnitud de la situación. . Fueron trasladados hasta la comisaría y, al informar sobre lo ocurrido, un funcionario de la fiscalía que conduce Mónica García de Targa ordenó que fueran dejados en libertad.

Pero lo insólito fue que al salir del lugar insultaron a los policías y fueron detenidos por contravención.

El jefe de Policía Joaquín Girveau no ocultó su malestar por la decisión tomada por los funcionarios judiciales. También trató sobre esta situación  con el mismo gobernador  Osvaldo Jaldo. Horas después, Vanesa Marcela Coronel, su pareja Héctor Ricardo Cisneros y su hijo Lautaro Alejandro Ávila, por orden judicial, terminarían siendo detenidos.

Ayer se realizó la audiencia en la que se definiría la situación procesal de los tres sospechosos. El auxiliar Bernardo Sassi, siguiendo las instrucciones de la fiscal Targa, decidió acusar a los tres de atentado y resistencia a la autoridad, pero además, de manera separada, de lesiones leves y daños.

Ayer se realizó la audiencia en la que se definiría la situación procesal de los tres sospechosos. El auxiliar Bernardo Sassi, siguiendo las instrucciones de la fiscal Targa, decidió acusar a los tres de atentado y resistencia a la autoridad, pero además, de manera separada, de lesiones leves y daños.

La mujer, con una tijera en su poder, atacó al agente Pedro Romano. Al observar esta situación, intervino su compañero Santiago Sánchez y le arrojó varios golpes hacia su humanidad, provocándole la lesión en uno de sus dedos. Sobre Cisneros, Sassi detalló que atacó con un cuchillo de unos veinte centímetros de largo al uniformado Aníbal Pacheco. Indicó además que le propinó un golpe en el chaleco antibalas donde tenía su arma, provocándole la rotura de la culata. Luego este acusado, también agredió con el mango del arma blanca al efectivo Luis Zárate aprovechando que se había caído al suelo y provocándole lesiones en el brazo. Mientras tanto, Ávila, que tenía en su poder un látigo de madera con tira trenzada atacaba a los policías.

Por último, relató que al llegar el móvil de la comisaría que era conducido por el agente Santiago Barrionuevo, Cisneros arrojó una piedra que terminó destruyendo el parabrisas de la unidad. Los otros dos también hicieron lo mismo, pero en estos generando abolladuras en el chasis del vehículo. Sassi dijo que los acusados, por la gravedad de los incidentes, fueron reducidos por los mismos vecinos que también los golpearon. Solicitó que se le dicte la prisión preventiva a los tres por dos meses.

Durante la audiencia, el abogado Juan Carlos Pinto, quien defiende a una de las acusadas,  indicó que la mujer le había informado que podría estar embarazada y que se sentía mal por los golpes que recibió. “No serían de los vecinos, sino de lo les habrían propinado en la comisaría donde se encuentra detenida”, argumentó el defensor oficial.

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